viernes, 22 de agosto de 2014

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Esta semana mi admirado fisioterapeuta Carlos ha devuelto la articulación de mi pie derecho a su sitio, estaba desencajado. Dice que puede haberse producido por una torcedura, esguince.. algunos de los varios huesos que componen el pie, después de un movimiento brusco, puede que no vuelvan a su sitio.

Esto que parece tan sencillo  fue una de las razones por las que, al cuarto día de iniciar el Camino de Santiago el pasado diciembre, empezaran unos dolores en la rodilla derecha que desembocaron en tendinitis y en tener que abandonar el Camino en Carrión de Los Condes. Entre tanto, visitas a médicos, a urgencias, antiinflamatorios, reposo una semana, retomar la ruta…. y yo persistiendo. Aún así, completé la mitad del Camino, 310 kms aproximadamente.

Ya en casa, últimamente salía poco a caminar porque notaba que el pie derecho andaba “torcido”, y se me sobrecargaba la pierna. Enfin, con lo que me gusta caminar, he estado a punto de abandonar… hasta que he acudido a Carlos. Ahora veo más cercano mi propósito de acabar el Camino y llegar a Santiago!

Empecé mi peregrinaje en Pamplona en diciembre de 2013, si bien (como tan acertadamente dicen algunos), el Camino empieza en el momento en que decides emprender esta aventura.

Estuve todo un mes fuera de casa: Navidades, Fin de Año… hasta que volví el 7 de enero. Antes de partir, estuve preparándome y entrenando físicamente para este reto que me parecía imposible de superar.

Ahora para mi memoria, para vosotros peregrinos, para los futuros caminantes, escribo aquí mi experiencia. Iré publicando sobre mis avances actuales hacia mi recuperación, dando saltos hacia atrás en el tiempo hasta los momentos de mi entrenamiento, y por supuesto, compartiendo la vivencia de mi primera parte en el Camino, todo ello con la esperanza puesta en que, los últimos posts que escriba, sean desde Finisterre o la Plaza del Obradoiro.


Ésta es mi aventura, mi Aventura a Santiago. Bienvenidos.


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